21 nov 2011

Asco

Y para dejarlo mas claro,
coges mi dignidad,
y la hundes en mi pecho.
La clavas tan profundo,
que el esternon se rompe
y las costillas crujen.
Hasta que la sangre,
cargada de culpa
satura mis pulmones.
Mientras,
golpeas mi pecho,
una y otra vez,
y otra vez,
y otra,
la culpa es mia,
no hay sangre en tus manos,
la culpa es mia,
no hay odio en tus palabras,
la culpa es mia,
nunca hubo amor
mientras aguantaba
los golpes en mis espaldas.