2 dic 2012


Improvisaciones atemporales 5#

La misma cafetería, el mismo trabajo de mierda y la misma camarera. La mañana lleva tiempo siendo monótona  Llega, se sienta, enciende un cigarro y pide un café  saca su cuaderno y se pone a improvisar pésimos versos que nadie leerá jamas, alargando el café hasta la hora de comer, entonces se mueve a la barra, come y empieza a beber hasta que lo echan de allí  Llega borracho, arrastrándose a su casa, saca su cuaderno, lee los poemas y con los restos del cigarrillo los quema.

Improvisaciones atemporales 4#

Llueve, el agua cae con fuerza, pero el sigue allí  con su paraguas y el abrigo viejo, mojado, bajo la lluvia. Espera a alguien, cada mañana, cada día, la espera allí parado, en medio de la calle, mientras pasa la mañana, deseando con todas sus fuerzas que ese día ella se vaya con el.
Entonces ella llega, cruza la calle y como cada mañana ni tan siquiera le mira.

Improvisaciones atemporales 3#

En mi patio ya no llueve,
no caen ya las ilusiones,
en el la tierra huele a fracaso,
las flores marchitas apestan,
los recuerdos la embarran.
Podria sembrar en el la duda,
la esperanza,
la ilusion
y la alegria.
Solo tiempo sabe si agarraran en esta tierra, la tierra de mi jardin.

Improvisaciones atemporales 2#

Espera en la puerta del hospital, cada noche, incapaz de entrar, mira la puerta, se gira, da unos pasos y vuelve a mirar, mira las ventanas buscando un atisbo de ella.
La mujer que ama, la mujer que siempre fue parte de sus pecados se muere. Y mientras ella se marchita en la cama de un hospital su romance secreto, nunca eterno, se seca.
El nunca llegara a ser el marido que la toma de la mano mientras ella se marcha.

Improvisaciones atemporales

La mira desde lejos, siempre la mira, pero ella nunca se da cuenta, no es consciente de que día y noche vela por ella. Era un amor secreto, un amor callado, algo torpe, sencillo y ante todo sincero.
Y aunque el nunca la sorprenda con un saludo y algunas palabras, aunque ella nunca lo sepa, el la querra.

Abre y cierra los ojos, muy rápido, de seguido, intenta recuperar la visión mientras el dolor punzante se acentúa en su sien, antes de recuperar la visión otra patada lo vuelve a tumbar en el suelo. Doloroso golpe en el costado, puede con el piensa. Al intentar levantarse otra vez, la suela del zapato lleva su cráneo contra el suelo, le pita el oído  esta mareado, se recuerda a si mismo que ha sobrevivido a peores peleas. Se levanta, como puede, se tambalea, y mientras recupera la visión escupe la sangre que le llena la boca, en la mancha carmesí distingue un par de manchas blancas, un par de dientes menos, piensa. Mueve la cabeza bruscamente, necesita que se le pase el mareo, el oído le pita, la sien le aprieta y sus costillas le queman, se tambalea y apoya la espalda en el coche que tiene detrás. Ve a media docena de tipos, mirándole  riéndose  no los conoce, deben de ser aquellos capullos del bar, los mismos que le dijeron que de volver el y su enorme bocaza le dejarían en tal estado que no podría volver a caminar hasta allí  Si, deben de ser esos se dice, sonríe y un puñetazo se le clava en el costado, nota las costillas romperse bajo la camisa. ¿Pero que coño van a hacer los restos de un hombre, lo que queda el, para defenderse? Le vuelven a derribar y empieza la lluvia de golpes, se ríe como puede mientras se torna roja su mirada,de los huecos de los dientes le cuelga la sangre, sus carcajadas suenan como si se ahogara, no sobrevivirá a esta como creía  No vivirá lo suficiente para ver el mañana, y mientras se marchan el tirado en el asfalto se ríe  agotado, ahogándose  el cuerpo le quema, la sien se le calma, el oído no le pita mas. El cabrón muere con una sonrisa.