20 ene 2013

Mensajes de amor en el envoltorio de un condón.

¿Para que dedicar cartas de amor a cada una de aquellas tardes de cama, sexo y almohada?  ¿Por que no simplemente callarme mientras follamos hasta ahogar entre gemidos un te quiero, que suene con eco en tu pecho?
Escribía cartas de amor para la atracción mas simple y sincera. Escribía cartas de amor, compensado tardes desnudos, mirando mas allá el uno del otro, hasta ver nuestro reflejo. No eramos mas que dos egoístas corriéndose, huyendo de la puta que es la vida, fingiendo que había amor en todo ello, que podría satisfacernos para siempre, que era algo mas que sexo. 
La verdad es que me enamore de la mujer que hice de ti, me enamore del olor que quedaba en mis sabanas cuando te marchabas, de esa manía tuya de nunca quitarte el rimel, incluso cuando nos bañamos en la playa, de esa forma de golpearme tarde, por la mañana, para sacarme de la cama.
Me enamore de la imagen que hice de ti, de lo que me gustaba de ti, construí mi mujer ideal con tus medidas, con tu figura, con tus ideas y tu soltura. Cogí tu sonrisa, aquellos pechos en los que podías hundir cualquier pena, esos muslos gruesos, que siempre te dejaban satisfecho.
Y pegue todos esos trozos con esas hirientes ironías  con ese afilado y agudo ingenio, con todas esas ideas rebeldes, insatisfechas, que tenían hambre por saber, por conocer.
Y yo me enamore, y termine escribiendo cartas de amor a una mujer que nunca conocí, que nunca llegue a ver, escribí cartas de amor sin remitente, sin sello, que siempre volvían desde el buzón.
Supongo que siempre lo supe, aunque ingenuo de mi nunca quise creerlo, que todas mis palabras, al igual que mis cartas solo tocaban fondo en aquel buzón, solo resonaban en tus oídos para volver a mi.
Cuando empece a escribir me propuse que no seria una carta de amor, no seria mi ultima carta de amor a la mujer que ame, a la mujer que idealice y a la mujer que construí de ti. Pero ya sabes, ya me conoces, iluso y melancolico, vivo con la esperanza de que estas ultimas, mis ultimas palabras dirigidas a ti, lleguen, aunque sea por un instante, a aquello que ahora es recuerdo, a aquellos días que nos hicieron felices.