19 mar 2013

Y lamento ser incapaz de superar la distancia que me separa de tus labios.
Y me quedo allí, fijo, inmóvil, parado ante ti...
Sin poder separar mis manos del magnetismo de tus caderas.
Sin poder respirar un aire que carezca del aroma de tu cabello.
Sin poder ver mas allá del horizonte que nace en tu mirada.
El fruto prohibido, la manzana que finalmente probo Adán
Corrupción de mi pasión y dulce enfermedad que me asola el corazón.
Quizás lo mejor... sea verte marchar.

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